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martes, 16 de diciembre de 2014

Nuevas miradas en relación al uso del diccionario

Es importante considerar la necesidad de un cambio de enfoque en relación a la manipulación y beneficios de este libro tanto en el aula como en el hogar. Su utilidad en sí no esta en cuestionamiento, lo importante es el trabajo sistemático con el diccionario, herramienta de consulta fundamental e insustituible. Si se habla del diccionario como una alternativa de último recurso o a lo sumo se ofrecen pequeñas listas de palabras y de significados con una mínima explicación de cómo se buscan las palabras, de porqué algunas palabras están en el diccionario y otras no (está cantar, pero no está cantaría ni cantando), este recurso y/o metodología será totalmente inoperante. ¿Estamos desaprovechando su potencialidad en la enseñanza de la lengua? Por el contrario, si se trabaja sistemáticamente sobre el diverso tipo de información que ofrece, el significado de las abreviaturas que acompañan a cada entrada y cual es la acepción más conveniente, entonces se transformara en un aliado para la formación de lectores y escritores. ¿Para qué usar un diccionario? Básicamente, las dudas que pretende despejar el usuario al consultar un diccionario son de tres tipos: a- verificar la correcta grafía del vocablo consultado. b- comprobar si el uso de una palabra es correcta, es decir, delimitar su ámbito de uso. c- aprender a interpretar un determinado vocablo a través de sus diversas acepciones. El espacio educativo es el lugar indicado para iniciar, potenciar y realizar la ejercitación de esta herramienta pero el hogar, y su impulso motivador, tiene la misma importancia pedagógica formadora. Es importante debatir y reconocer algunas de las razones de su falta de incidencia en la escuela de hoy; talvez sea la falta de buenos diccionarios escolares o la dificultad que experimenta el maestro para motivar a los alumnos en el dominio del procedimiento de la consulta, quizás la errónea concepción de que daba igual usar uno u otro diccionario. Mas allá de estas razones es importante que el maestro cuente con la información necesaria y actualizada sobre su uso y sobre los recursos que en el puede encontrar. Las lenguas cambian de continuo, y lo hacen de modo especial en su componente léxico. Por ello los diccionarios nunca están terminados: son una obra viva que se esfuerza en reflejar la evolución registrando nuevas formas y atendiendo a las mutaciones de significado.

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